También conocido como método LDMV recordando a su creador, el doctor Vodder, es una técnica específica de masaje manual que utiliza maniobras de presión en círculos en la dirección de los ganglios linfáticos con suavidad y de forma rítmica. Su objetivo es ayudar a eliminar los líquidos y a reabsorber los edemas.
El LDMV se diferencia de cualquier masaje convencional porque es un método exclusivamente linfológico. Mundialmente reconocido como tratamiento que protege la salud, el linfodrenaje mantiene y estimula la regeneración celular, desintoxica el organismo y potencia el rejuvenecimiento y el equilibrio del sistema nervioso. Sus efectos son internos y externos: activa la circulación sanguínea, mejora la microcirculación y representa una alternativa muy eficaz para combatir la celulitis al contrarrestar la retención y disolver los depósitos de grasa acumulada en el cuerpo. Sus resultados son físicos pero también emocionales al convertirse en una experiencia relajante y terapéutica que calma, reduce los niveles de estrés y aumenta la energía.