Las indicaciones del láser en el manejo de las lesiones vasculares se fundamentan en la teoría de la fototermólisis selectiva, que constata la capacidad por parte de una determinada longitud de onda de ser absorbida y destruir un cromóforo específico, sin dañar las estructuras colaterales o subyacentes. En el caso de las lesiones vasculares, el cromóforo diana que vamos a tratar es el pigmento contenido en los glóbulos rojos, conocido como hemoglobina. De esta manera, el vaso circundante absorbe suficiente energía y es coagulado.
En otras palabras, la aplicación del láser ocasiona un incremento de la temperatura en el interior del vaso tratado, lo cual produce la coagulación sanguínea con el posterior colapso de las paredes del vaso y su desaparición por absorción gradual por parte del organismo.